"Corría tanto mi cuerpo me dejaba, las demás personas hacían lo mismo,
todo caía alrededor muy lentamente, muchas voces y gritos desesperados. Una
bella mujer resbaló, su fina piel se llenó de raspones, sus lisos cabellos
fueron pisoteados al punto de dejarlos ondulados, el color esperanzado de su
mirar se perdía progresivamente, su figura celestial desaparecía con las vidas
de alrededor. Decidí que ella no moriría y al tomar su mano…"
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